Una niña puede transformar la vida de toda una comunidad y dejar huella en nuevas generaciones. En la Selva Lacandona, en los municipios de Chilón y Ocosingo, en el estado de Chiapas, hay 1,767 niñas, niños, adolescentes, jóvenes y mujeres tzeltales. Al ser comunidades indígenas pasan por más dificultades que la población no indígena; la situación es aún más compleja cuando además de ser indígena y mujer, eres niña.
Padecen pobreza, exclusión, desvalorización de los conocimientos tradicionales y discriminación por género. Para disminuir su vulnerabilidad, en Ayuda en Acción de México, apostamos por la educación. Algunos aspectos que hemos impulsado en estas comunidades desde nuestro proyecto de Niñez son: adaptación cultural en secundaria y educación media superior, desarrollo digital, maestros con constante capacitación, sensibilización sobre la importancia de continuar estudiando, proporcionamos equipos de cómputo e impartimos talleres sobre cultura de paz y de género.
Mi meta es ser enfermera: María

La formación en las niñas va dejando huella en sus vidas y sus comunidades. En la localidad “Nueva Las Tacitas” en Ocosingo, Chiapas, vive María, quien cursa el 5to semestre de secundaria y su meta es ser enfermera, profesión que traería bienestar a todos y todas en su comunidad.
Estudiar, significa para María la oportunidad de crecer, ayudar a su familia y verlos felices. A pesar de las dificultades económicas la apoyan para que asista a la escuela. Su mamá le dice que debe echarle ganas y seguir los pasos de su hermano que terminó sus estudios y ya trabaja.
María está agradecida con su maestra Heidi quien le enseña computación y la impulsa a que continúe con una carrera profesional. Por otro lado, su maestro Nico, es a quien más admira, porque le ayuda a resolver sus dudas y la orienta. “Me dice lo que yo no sé. Me gustaría seguir sus pasos para que yo logre mi meta.”
Sonriendo nos compartió su alegría porque pronto terminará la secundaria:
“Significó mucho el apoyo que nos dieron, a mí me gustaría que nos ayuden más, para que esta escuela se mejore. Aunque yo me gradúo este año, vienen los otros compañeros y quiero que tengan lo mejor. Antes no teníamos las computadoras… Me gustaría que mi escuela tuviera más materiales porque no tenemos muchas cosas que necesitamos.
A las niñas de mi comunidad les diría que le echen ganas, así como me dijeron mi familia y maestros.”
“A las niñas de mi comunidad, sigan estudiando”

Karina está en tercero de secundaria y es presidenta del Consejo Estudiantil de su escuela, en la comunidad de Guaquitepec, Chiapas. Las personas de aquí se dedican principalmente a la agricultura, cosechan maíz, frijol y hay quienes comercializan el café pergamino.
En la comunidad en la que vive Karina, con ayuda de nuestro socio local “Patronato Pro-Educación Guaquitepec A. C.” impulsamos la educación, la igualdad de género e incentivamos el emprendimiento para generar oportunidades que beneficien principalmente a mujeres y niñas.
Esta estudiante sobresaliente nos compartió que al terminar la secundaria quiere seguir para llegar a la universidad y hacer una carrera profesional. La materia que más le gusta es matemáticas y le gustaría estudiar programación e informática.
Conoce su testimonio:
“Sí me gusta la escuela secundaria porque hay talleres, siempre hacemos cosas nuevas, cosas que nunca hice en la primaria y que veo que no hacen en otras secundarias. Tengo el apoyo de mi papá y de mi mamá para venir a estudiar aquí a la escuela. Para él y para ella significa que le estoy echando muchas ganas y que estoy aprovechando el apoyo que me dan para ser alguien.
Casi todos me han dicho que siga estudiando para ser alguien en la vida.
Admiro a mi papá porque he conocido las dificultades que han tenido al igual que a mi mamá, que le hubiera gustado seguir estudiando. Entonces, eso me motiva, a que yo siga estudiando por ellos.
Algunas mujeres de mi familia sí me dicen que siga estudiando para no terminar como ellas, siendo amas de casa y sin recursos económicos.
A las niñas de mi comunidad les diría que sigan estudiando porque, tal vez los estudios les ayuden en alguna etapa de su vida. Por ejemplo, si llegan a hacer alguna carrera o no sé, si necesitan las matemáticas para algo o el español. A todos nos ayudan los estudios.”
Hoy, estas niñas en Chiapas estudian para dejar huella, reconocen que pese a las dificultades son capaces de aportar bienestar a su comunidad, a sus familias y a otras mujeres, pero sobre todo que en sus manos y en la escuela está su futuro. Sólo necesitan un impulso para alcanzar sus metas.
Súmate a dejar huella en sus vidas
Gracias por tu ayuda.
Entrevistadores, foto y video: María Luisa Salvador y Manuel.
Redacción: Monserrath Torres.