Constituimos un equipo humanitario para apoyar en la emergencia causada por el terremoto.
México, D.F. a 3 de mayo de 2016. Dos semanas después del terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter la normalidad aún no llega a las zonas más afectadas de Ecuador. En las provincias de Manabí y Esmeraldas, las que más daños han sufrido, aún siguen albergadas 21,943 personas y más de 200,000 estudiantes que no pueden asistir a clases.
Según el reporte oficial de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), 560 instituciones educativas están dañadas, 166 de ellas de forma media y grave. Desde el Ministerio de Educación prevén que el curso inicie el 4 de julio pero ello dependerá del ritmo al que progresen las labores de reconstrucción. Mientras tanto, han puesto en marcha el programa “Escuela para todos, juntos nos levantamos” con el que brindarán soporte socioemocional, así como la realización de actividades recreativas.
Una de las numerosas escuelas afectadas es la de la Comunidad Pedro Carbo del cantón Muisne. Con daños parciales, ahora es un albergue temporal para cinco familias; en total, 25 personas, 4 de ellas menores de edad, conviven en lo que hasta el 16 de abril eran las aulas del colegio. “Tenemos una gran preocupación porque no contamos con la infraestructura básica para realizar las actividades docentes”, comenta Líder Loor Castro, maestro de este centro educativo.
Desde que ocurrió la catástrofe, Ayuda en Acción ha dado respuesta a la emergencia constituyendo un equipo humanitario en el cantón de Muisne, en la provincia de Esmeraldas, declarada en estado de emergencia junto con la de Manabí. Hasta el momento, hemos asistido a 759 familias -más de 3,000 personas- de 26 comunidades rurales de este cantón, a las que hemos entregando más de 1,300 paquetes con artículos de primera necesidad (kit de alimentos, higiene y limpieza, colchones y bidones de agua, entre otros).
“Las necesidades básicas están cubiertas por el momento; no hay escasez de agua ni de alimentos pero sí nos preocupan las condiciones de salubridad de los albergues y, especialmente, la situación en la que se encuentran los menores; por eso ya estamos trabajando en la planificación de espacios seguros dentro de estos albergues para la infancia y las mujeres”, comenta desde Muisne Teresa Godoy, responsable de la respuesta de Ayuda en Acción al terremoto de Ecuador.
“Agradecemos mucho todas las donaciones que hemos recibido desde que abrimos nuestras vías de colaboración para la emergencia pero hacemos un nuevo llamamiento a la solidaridad para que no se olviden de Ecuador. Es ahora cuando más necesitamos la ayuda ciudadana para poder llevar a cabo las labores de reconstrucción y de reactivación de las actividades económicas; queremos que las personas afectadas vuelvan a tener una casa y medios de vida que garanticen sus ingresos”, dijo Godoy.
La voluntad de Ayuda en Acción con la llegada del equipo humanitario coincide con el deseo de los afectados, como Narcisa Ortiz Bravo, madre de dos niños de 4 y 7 años, con los que vive en el albergue de la Comunidad El Limón de Muisne. “Aún estamos asustados por lo que sucedió, sobre todo los niños. Nos gustaría estar en nuestra casa pero quedó dañada por el terremoto y nos da miedo volver”.
Ayuda en Acción forma parte del equipo humanitario constituido para la emergencia de Ecuador, liderado por OCHA y ECHO (agencia de Naciones Unidas y la Comisión Europea especializadas en ayuda humanitaria, respectivamente) y en coordinación constante con el Ministerio de Inclusión Económica y Social y el resto de organismos oficiales.
Las donaciones para apoyar a la población afectada por el terremoto pueden hacerse por medio de: http://www.ayudaenaccion.org/terremoto-ecuador.