PERSONAS MIGRANTES.
En México, las personas migrantes en tránsito y refugiados que huyen de la violencia y de la crisis alimentaria de Centroamérica, se enfrentan -junto a la población de acogida- a más violencia, en especial, a la violencia basada en género (VBG). Este hecho provoca una crisis humanitaria que requiere la solidaridad y la atención de la sociedad civil organizada.
En el marco de la Convocatoria de Ayudas a Intervenciones Humanitarias, emitida por la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo, Ayuda en Acción logró la aprobación del proyecto denominado "Protección humanitaria de población migrante en tránsito, refugiada y de acogida en México expuesta y víctima de la violencia generalizada, en especial la violencia basada en género (VBG), a través la reducción de sus vulnerabilidades y del fortalecimiento de las capacidades humanitarias de actores locales". Este proyecto tendrá la duración de un año e iniciará el próximo 1 de septiembre ayudando a personas migrantes.
El proyecto se centra en apoyar y acompañar en su labor a tres albergues de atención a la población migrante, ubicados a lo largo de una de las rutas más utilizadas por la población migrante en su camino hacia Estados Unidos. Dichos albergues se localizan en el sur, centro y norte del país, y son:
- El Hogar-refugio para personas migrantes “La 72”, en Tenosique, Tabasco
- La Casa del Migrante “La Sagrada Familia”, en Apizaco, Tlaxcala
- Casa Monarca, Ayuda Humanitaria al Migrante, en Monterrey, Nuevo León.
Los tres albergues enfatizan la protección de la dignidad y los Derechos Humanos de las personas. Además, brindan una asistencia de carácter integral que incluye la atención inmediata a las necesidades básicas de las personas migrantes, pero también la capacitación en diversos rubros para que las personas conozcan sus derechos en su tránsito por México.
El proyecto incluye un componente de fortalecimiento de las capacidades humanitarias de organizaciones locales, orientado al autocuidado y conocimiento de herramientas psicoemocionales del personal, la procuración de fondos, la sostenibilidad institucional, la capacitación en estrategias jurídicas de defensa, entre otras.
Finalmente, se ha incluido un tercer eje para fomentar el pensamiento crítico y solidario de la ciudadanía Vasca, que será sensibilizada sobre la difícil situación que enfrentan las personas migrantes, para hacerse conscientes de su papel en la atención de esta crisis humanitaria.